31 de agosto de 2010

Tormenta de Santa Rosa: Ambivalencia p. II


Estoy confundida, es decir, últimamente estoy confundida. Mi cuerpo reacciona ante tanta presión... me duele todo por momentos, y siento que no quiero salir. Todos los fines de semana algo me impulsa a salir, a intentar despejarme... a intoxicarme, pero he llegado a la conclusión de que eso no me vale nada. No me refiero a las sustancias, me refiero a salir. A veces siento que adentro tengo todo lo que quiero. A veces siento que me tengo que alejar de todo vicio. La mayoría de las veces siento que no llego a ningún lado.
La semana pasada me compré cocaína. Me la pasé levemente drogada desde el miércoles hasta el viernes. El fin de semana, ebria. Ayer fumé una tuca y a la noche, me sentí mal. No sé en qué momento, ni bajo qué efecto me perdí. Me puse a pensar sobre mí misma, y me di cuenta de que perdí demasiado. No me tolero, ya casi ni escribo, estoy bajo una pereza muy incómoda, me siento muy estática, triste, con dolores, problemas de memoria, problemas para estudiar, leer, hablar, comunicarme. Cada día detesto más todo y más a la gente, y con todo lo que me odio, cada día me vuelvo más fanática de mí misma.
Anoche pensé en dejar los vicios, para no perjudicar mi integridad mental todavía más, volver a terapia y dejar de salir. Nada me vale nada.
Hoy, bajo esta tormenta de Santa Rosa, diluviando Buenos Aires, me sentí en la necesidad de sentarme frente a este ordenador para poner las cosas claras, ponerme las cosas claras, decirme a mi propia persona la verdad de todo, porque, a decir verdad, nada está bien. Yo continúo con mis planes; ahorro, trabajo, me esfuerzo, me estreso, y está metido mi cuerpo, intentando caminar a los empujones con mis propias adversidades en este intervalo de tiempo. Estoy un poco cansada de mi, de no rendir y de exigirme tanto. Anoche no pude dormir, y fui al colegio pálida y nerviosa. Ahora veo si puedo pegar un ojo, calmarme y ponerme a planear muchas cosas todavía... ver que hacer para solucionarme un poco... y descansar... pelear por mi paz. Volver a ser yo. Rendir. A ver si luego aparece alguien que aprecio, y aprecio como a nadie, y luego de este intervalo de preparaciones, me necesite.

14 de agosto de 2010


Y yo lo había dado todo.

Había llegado mucho antes, quitando el polvo de tu pieza, haciendo correr el agua, desnudándome.
Maté mis energías para que me encuentres desmadejada en el suelo, y que la madera absorba mi sangre.
Vine antes pa mancharnos de mí misma, luego de estar fluida y teñida de escarlata.
Vine antes para encender incienso y poner guitarras flamencas.
Te esperé, alma mía y me ceñí de poder.
Mi aura se puso neutra, y mi mente en blanco.
Y en alucinaciones claras apagué mi dolor esperando tus besos.

La acción ya habitaba mi cuerpo...
Desde hacía mucho tiempo,
invocando el silencio.
Y luego me quedé dormida,
apagada
en animación suspendida.



Ciao.

Postdata: Dile que mi fuerza se fue junto con ella.