20 de julio de 2011

Plantar un árbol


...y contemplar su crecimiento.

Sucede en circunstancias de desesperación. Saber que todo alrededor muere, y coger electrochoques para resucitar lo que ya está perdido. Respirar el aire exhalado. El armagedón mental es sólo... mental, pero hay que resucitar los muertos, para que vivan y sobreviva mi ecosistema. Hay que guardar la vida, naturalmente, porque es lo que nos queda, y si no hay energía ni amor, hay que inventárselo para vivir y dar vida nuevamente.

Morir desespera, pero si esperas un sentimiento que te de la vida, olvídalo. Tienes que estimularlo, dibujarlo, empujarlo hacia tu alma de manera violenta, obligarte.

Vive.

Hazte a ti mismo música, si es necesario, algo abstracto, antimateria, amor. Amor en un corazón. Vive en él. Sacrifícate.

Déjame ser poesía para ti.