23 de julio de 2010

Un dolor de puta hostia y un sueño de aquellos.



En un millón de años luz estaré acostada como siempre quise estar acostada. Levantaré los espejos de mi casa y los reproduciré a un millón por todos sus sitios, rescataré del polvo mis añares de infancia, conduciré sobria por toda la estancia, y me acostaré contigo en la orilla de la playa. Desnudas, o en bragas.

Levanto con la yema de mi dedo la última lágrima que se me quiere escapar. Cuando me canso, me siento así, como hoy, y no voy a describir cómo. Por eso, mi reina... te dejaré habitar en mis sueños. En ellos espanto el temor, el dolor, la muerte y la enfermedad. En ellos habita la música y la musicalidad en mis palabras.

Veo un pasillo grande y las puertas abiertas... el silencio y tu ausencia. Tu pronta presencia. El esperarte y prepararte. Veo besos. Siento pieles, la tuya y la mía. Me veo... en estado puro. Veo tus músculos, tus ojos, tus huesos y tus tendones. Siento tu peso sobre mi cuerpo. Tus costillas y tu calor.
Siento tu música y oigo mi voz.

Buenas Noches... me voy a quemar para no sentir el resto de la noche.



1 comentario:

  1. Podría haberlo escrito yo misma...
    pero ni yo misma lo hubiera podido decir mejor.

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